18 junio 2010

EL BOCATA MANCHEGO (CON MORALEJA)


El bocata manchego era una tasca de esas de toda la vida. Situada en un lugar céntrico de una ciudad española de cuyo nombre no quiero acordarme, en uno de esos barrios que a fuerza de años han dejado de ser viejos para pasar a ser antiguos y de paso ganar en encanto y adeptos.



El bocata manchego no era un lugar limpio, ni lujoso ni estaba decorado con mobiliario espectacular. Era un garito casi inmundo con sillas viejas repintadas quinientas veces y mesas de esas de mármol pulido que algún día fue blanco y pie de hierro fundido que pesa como un muerto. Llamaba la atención el techo plagado de tiras amarillas de esas en las que se quedan pegadas las moscas y que no había aire acondicionado así que en verano se pasaba calor y el “ambiente” lo era y de verdad.



Dicho antro estaba siempre a rebosar, de la mañana a la noche lleno de gente de todo tipo y pelaje, según la hora , estudiantes, maduritos, señoras mayores en manada, intelectuales de gafas gruesas y barba igual, ejecutivos con trajes caros que desentonaban y daban el cante a mas no poder y algún chori que mangaba alguna cartera o bolso de vez en cuando.



El bocata manchego tenía el encanto de esos sitios que se han vuelto intemporales y cuyo mérito es especializarse en algo sencillo bueno y barato como unos bocadillos de todo con queso manchego que quitaban el hipo. La calidad del género, la generosidad en el tamaño y lo ajustado de los precios, así como una cerveza enfriada en cámara y bien tirada eran las bazas que le habían permitido alcanzar el éxito.


La "culpable" de todo esto era una señora ya muy mayor cuando yo la conocí, gorda como ella sola y simpática a rabiar, la vamos a llamar con el nombre supuesto de la Tia Paca.



La Tia Paca abrió el local cuando el barrio era todavía periférico y las paso canutas para tirar pa´lante hasta que por casualidad, como muchos de los grandes inventos de la humanidad, se trajo un queso de su pueblo y lo empezó a meter en los bocadillos que vendía. Todo un descubrimiento que abrió la puerta a más de medio siglo de éxito, avalado por las fotos que colgaban de las paredes de personajes públicos, famosos y famosillos desde el blanco y negro al color con el bocata manchego en la mano.
La pobre Paca era mayor como decía, tenía úlceras en las piernas consecuencia de toda una vida de pié atendiendo barra y cocina y además al parecer había ganado una pequeña fortuna gracias a su esfuerzo, su simpatía, y sobre todo por sus bocadillos, así que decidió jubilarse y ceder el garito a sus herederos. La cosa pintaba bien, solo había que seguir con la misma política.
Pero amigos, mucho me temo que la cosa no resultó como debería. Los herederos de la Tia Paca se crecieron y de que manera y aconsejados por una cosultoría contratada al efecto que les sacó una buena pasta hicieron "un plan de negocio objetivo que perseguía una mejora cualitativa del negocio a la búsqueda de un beneficio mucho mayor". El Boacata manchego pasó a llamarse con un nombre afrancesado de difícil pronunciación que no recuerdo. El local fue renovado por completo decorado de manera minimalista y se pasó del bocata de delicioso queso grasiento con pimientos o tortilla o chorizo o lacón u otras viandas buenas y económicas a tostas de paté deconstruido de oca o ensalada de boletus caramelizado y otras lindezas gourmet. Y de la rica cerveza de barril no quedó ni rastro. La inversión fue multimillonaria y creo que la mayor parte del dinero lo puso la pobre Tia Paca a la que convencieron de que aquello en realidad era un filón sin explotar por que ella era una paleta ignorante que nunca supo sacarle el partido al local y a la zona.
Durante un tiempo la cosa funcionó mas o menos. La clientela habitual en su mayor parte se dispersó a otros antros, pero a base de publicidad en los medios y de el atractivo que siempre desprende la novedad había clientes, no mucho pero los había. Pero claro, los precios del bistró que fagocitó al Bocata Manchego no eran precisamente económicos y la “nueva gerencia” que se anunciaba a bombo y platillo en la puerta se dio de bruces con la realidad: no les hizo falta una consultoría para darse cuenta de que sencillamente la habían cagado pero bien. Las modas son pasajeras y devoran a sus hijos como Saturno en el cuadro de Goya.
El local no pudo continuar abierto, los gastos eran enormes y los ingresos ni los cubrían. La Tia Paca parece que perdió los ahorros de su vida ya que el banco se quedó con el local que hoy en día permanece cerrado, lleno de mugre en la fachada minimalista y de carteles y pintadas. Y ya cuando voy a la ciudad sin nombre (o mejor del que no quiero acordarme) no me puedo comer un bocata como Dios manda ni tomarme una cervecita de aquella tan rica.


Y eso es mas o menos lo que ha pasado con este país, que eramos la Tia Paca y nos hemos creído que lo nuestro no era el bocata grasoso sino la alta concina. Un bienvenido mister marshal pero en plan siglo XXI.


A lo mejor la cosa mejora y alguno de los heredero de Paca busca un localito normal y corriente, lo llama el bocatin manchego y recupera la fórmula que funciona a base currar y dar buen género a precios aceptables. A lo mejor al resto del país nos da una cura de humildad y nos damos cuenta de que el emperador está desnudo, quien sabe. De momento el local sigue cerrado y hay una pintada en la puerta hecha con spray de ese que venden los chinos que no se seca nunca. Es irrepetible, pone en letras grandes que embadurnan la mugre sobre el escaparate nuevo minimalista que ya se está desconchando y se pude leer en una caligrafía angulosa digna de un comic: “ te kiero Jenny”. Curioso epitafio para tanta y tan buena historia bocateril.



P.D. Me ha contado la tia de la portera de una amiga de un primo lejano de La Tia Paca que esta en una residencia de lujo cerca de Benidorm. Parece que se guardo un poco de dinero por que nunca creyó del todo en toda esa mierda del bistró y le cuenta a los jubiletas que donde esté un buen bocata de queso del país que se quite toda esa porquería “desconstruida con boletos de caramelo”. Genio y figura.

Como dijo Fraga, Spain is diferent. Que razón mas grande que tenía.


Buen fin de semana.

13 mayo 2010

La Chica de verde


La chica de verde pasa por mi lado, es una acera estrecha del casco antiguo. Suelo ceder el paso pero llevo prisa, así que compartimos un instante el paso angosto.

No son mas de tres segundos pero me alegra el día. La chica de verde es joven pero no una niña, tendra mas de 25. la chica de verde no lleva un traje escotado, ni una falda corta y no es escultural, ni siquiera es guapa, seguramente un machito ibérico de los de ahora, de los de pecho depilado y piercing, seat leon tuneado y diez horas de gimnasio al día ni la hubiera mirado.

Pero yo no soy tal, soy ya perro viejo y tengo una perspectiva diferente, me fijo al vuelo en otras cosas. la chica de verde es la personificación de la lozanía, a años luz de las hembras de moda sifiliticas y paliduchas, la chica de verde pasa por mi lado y me dedica una sonrisa. Es solo un segundo, pasa junto a mi con su andar enérgico y elástico, casi me roza. Me deja su aroma de mujer joven envuelto en un perfume discreto. No me vuelvo, ni me inmuto pero la sonrisa, su aspecto y el aroma me dejan un rescoldo agradable. No es nada sexual, es solo el sentimiento de que todavía hay gente normal en el mundo, capaces de ser atractivos solo por su aura, sin artificios, sin ser soeces, si vestirse de manera rara, sin hacer gestos obscenos ni pintarse como una puerta.
Le doy gracias a Dios por obsequiarme con esta sutil experiencia. la chica de verde se aleja, sigue su camino. han sido tres segundos pero se que luego voy a escribir sobre ella.
Adíos chica de verde, ojala mantengas mucho tiempo tu lozanía y tu sonrisa, me voy a tomar el día de otra manera. Viva la vida.

25 febrero 2010

El Hombre del Ferarri



Marbella, verano, 8 de la tarde.

Cae un poco el día y aunque allí nunca hace calor insoportable se agradece la brisilla. Aprovecho que la pariente se va a de shoping y las niñas estan perdidas con sus amigos para sacar el coche del garaje y hacer una visita a la gasolinera que lleva en reserva ya varios días.

BePe de Marbella Nagüeles, la gasolinera mas inn del mundo mundial.
A mi derecha un Husmer que hace que mi XC90 parezca el coche de la portera, a mi izquierda llega un caballero mas bien madurito en un Ferarri descapotado absolutamente impecable.


Es estupendo que me quiten dos complejos de golpe, el hombre del Ferarri es mucho mas viejo que yo, mas calvo y mas gordo. De repente me siento guapo y joven. Del Husmer se baja un ruso con mas oro en el cuerpo que pueda haber en Sierra Leona. El hombre lleva encima el presupuesto general del estado de un país mediano. No se como se puede mover.

Le agradezco que haga parecer pequeño a mi coche. Si estuviera mi pariente le diria eso de ¿ves? no es tan grande como parece, los hay mas grandes.
El ruso esta el hombre echando 2.000 litrillos de gasolina al husmer y pronto me aburro de prestarle atención. Pero el hombre del Ferarri es otra cosa. Pantalones corto de marca. Zapatillas de Golf, polo estupendo, gorrita Burp-warrys, en fin, un figurin. Miro el trolex Daytona de oro (jope, deben dar un cursillo de pesas para llevarlo con soltura.) Ya termino y el hombre del Ferarri tambien.
A la caja a pagar, yo con la visa, el ruso y el del Ferarri con el fajo billetes.
Decido que el hombre del Ferarri es constructor. Es una especie en expansión por la zona y son de dinero facil y gasto idem. Paga sus tropecientos litros y se dirige a la machina.

Yo hago lo propio. El ruso se espera que era el último y el chico lleva media hora pasando el tropel de billetes por la maquina por si resulta que son un poco falsos. El ruso le mira con una cara que da un poco de miedo, como diciendo que que se piensa, que con billetes falsos iba a ir el por la vida.
Me subo a coche dispuesto a irse. El Hombre del Ferarri me estorba un poco. Como el tiene un Ferarri lo ha dejado a cuatro metros del poste (pa no mancharse los zapatos de golf del charco pringuis del surtidor y con lo ancho que es no me deja salir. Me dispongo a esperar con paciencia (estoy de vacaciones coño) y sucede lo impredecible.
El hombre del Ferarri mete la llave, le da al botón de start y despues deun bramido formidable el coche se para.
El hombre del Ferarri pone los ojos como platos con huevos rotos y repite la operación.
Brama-brama-brama brama. Brama-brama-brama brama. Brama-brama-brama brama.Chof chof chof chofffff.
Nada.
El Ferarri no arranca.

El hombre del Ferarri se baja del coche. Mira al surtidor, nada, le ha puesto 98, todo bien.
Despues de varios intentos no hay manera de que el Ferarri decida funcionar.
Saca el movil (Vertux a ver que os creiais) y llama (supongo que a asistencia) .
Mientras el encargado de la gasolinera le recrimina que quite el coche, que esta estorbando.

Ya todo quisque el la gasolinera se ha dado cuenta de la movida y mas o menos todo el mundo tiene una media sonrisa floja, viendo al hombre del Ferarri con un cabreo de mir demonioz, dandole patadas al coche y gritando por el movil de 15.000 euros como un poseso.
me dirijo a el amablemente y le sugiero que movamos el vehiculo. Me dice con malos modos que no se puede mover, que tiene un cambio especial y que no se puede remolcar.

El encargado de la gasolinera se arma de paciencia. La cosa va a mayores, se ha hecho un corro al rededor de Ferarri e incluso hay varios jubilados de "bajo estanding" con cachaba, de los que se dedican a mirar las obras, dandole su opinión al sufrido hombre del Ferarri. "Pues yo creo que estos coches son un timo" apunta uno. "Pues bonito si que es, si andase sería la hostia" responde el otro.
Un niño comiendose un donus que ha comprado en la gasolinera deambula mientras su madre reposta. Es una bonita costumbre, dejar a los churumbeles sueltos mientras pagas y compras el pan.
El niño se acerca, pone las dos manos llenas de cocolate en la parte de arriba de la puerta del acompañanante. Dos bonitas manchas color caca se deslizan por el guarnecido de la puerta. El hombre del ferarri se percata del tema. Se caga en los progenitores del niño y en toda su estirpe a grito pelado. Aparece la madre y recrimina al hombre del ferarri.

La cosa tiene ya tintes de película de Felini mezclada con novela de Fran Kafka.
El hombre del ferarri, poco acostumbrado a estos espectáculos pierde los papeles. Sube la capota del supercoche (es de lona y afea el conjunto que es una barbaridad) y empieza a despachar a la gente, "niño no te apoyes", oiga no se siente que no es un banco, fotos no hombre, fotos no" ... Aparece la grua. El tipo es profesional, en un pis pas ha puesto el coche sobre cuatro transportines y lo sube a la grua. De momento el hombre del Ferarri lo esta poniendo a parir, que tenga cuidado, que por que ha tardado tanto (20 minutos según mi cómputo, todo un record en mi opinión) , que si no entiende lo que ha pasado, que menuda mierda...) el de la grua le mira con condescendencia. Es idiota pensar que por que gastes 300.000 pavos en un coche va a estar exento de que un día te deje tirado. Pero parece que ya ha pasado por eso antes. Le corta el rollo y le ofrece subir con el. De ninguna manera. El hombre del Ferarri ya ha llamado para que le vayan a recoger, que ya se sabe que la gente con Ferarri no monta en un taxi.

LLega una pava imponente en un miercedes ese ele impecable y recoge al hombre del Ferarri, que se sube dando un portazo y haciendo muchos aspavientos.
Se va de la gasolinera y de paso de mi vida, me subo al XC90, le doy al contacto y arranca como siempre, con ese bronco sonido de camión, no puede ocultar su origen, me sale una sonrisa de oreja a oreja pensado en el hombre del ferarri y me voy a casa. Me le imagino en su casoplón de la Quinta, maldiciendo a la casa Ferarri tal vez pensando cuando no tenia ni casoplón en la quinta, ni Ferarri ni pava imponente- segunda esposa por parné a la legua.

A lo mejor tenia un trineo marca Rosebud, quien sabe.