Mas abajo posteaba acerca de los peligros de hacer una historia a la medida de los políticos. Muchísimo mas desde que se cometió el gravisimo error de transferir la educación a las comunidades
Este lamentable suceso (la transferencia de educación) será probablemente el hecho mas lamentado dentro de algún tiempo, cuando vuelva a imperar la cordura (perdonen pero tengo la teoría de que la cordura es como la naturaleza misma, siempre termina por imponer sus razones).
Dentro de la sarta de gilipoyeces sin cuento que las comunidades autónomas han perpetrado para justificar el "hecho diferencial" la manipulación de la historia y la imposición de la lengua "autoctona" por encima del castellano son dos errores que a la larga tendrán un costo inconmensurable.
Es una verdadera pena que un país como este, que podría presumir de su riqueza y variedad cultural, termine siendo una especie de unión desunida, de suma de nada, de parches sobre parches.
Perder el concepto de nación, y para ello hacerse una historia a la medida de cada pueblo, de cada ciudad o de cada región, comunidad o como leches lo queramos llamar es mucho mas que un desatino, es un suicidio colectivo.
Hace poco leía una noticia donde se proponía quitar del escudo de una población española unas cabezas de moros. Este es un ejemplo ilustrativo de lo que esta siendo la manipulación de la historia. En los libros que enseñan en las Ikastoloas Vascas pasa lo mismo, la historia se la han hecho a la medida. Lo mismo con la historia que se enseña en Cataluña.
Pues olvidar la historia conlleva irremediablemente repetirla. Es el momento en el que tenemos la obligación moral de volver a retomar el concepto de patria. Parece que hablar de patria es fascismo, que el ejercito también lo es, que la historia de verdad es demasiado para nuestros tiernos retoños. Educación para la ciudadanía si, la historia como debe ser contada y conocida no.
Enseñar a nuestros hijos las nuevas familias o que follar es bueno sano y saludable parece mucho mas importante que ilustrarles sobre lago fundamental, de donde venimos.
De seguir así sin duda nos deliaremos como un azucarillo en agua. Añadamos la multitud de inmigración descontrolada que estamos absorbiendo y el resultado sera mas bien una Ex-paña, un ex-país, un conjunto de realidades al minuto.
Repetiremos pues los errores del pasado, esos de la "memoria histérica" que nuestro preclaro lider pretende "rescatar", eso si el lado que a el le conviene.
Nos hemos convertido en un no-pais de botarates, donde nos da miedo airear la bandera en público por que lo mas probable es que algun hijo de puta cachas tatuado de procedencia imposible de definir nos largue un par de hostias, o en el mejor caso nos rayen el coche si la ponemos en el mismo. Esa es la democracia.
Después de sufrir los despropósitos de la última etapa de Aznar, entre ellos dejarnos de sucesor al siempre correcto Mariano, meternos a saco en lo de Irak por hacerse la foto mas que nada y otras tropelerías nos ha tocado aguantar las memeces de nuestro presidente, que seguramente pasará a la historia de este país (o lo que quede de él cuando esto termine) como el peor presidente de la nación desde su añorada etapa de la II República. La apuesta por negociar con terroristas, sus mentiras acerca de la vivienda, el incumplimiento de sus promesas electorales deberian pasarle factura en un país civilizado. En este con los 2.500 pelotes por casa hijo, la nueva menestra de fomento y un par de guiños a los culturoides e intelectualoides a lo mejor saca aprobado raspado y luego pacta con el mismisimo demonio para volver a la poltrona otros cuatro años mas.
Que Dios nos pille confesados.
Este nos reescribe la historia desde Altamira.
Una vez mas: que pena de país.
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